Una cocina con taburetes da siempre un salto cualitativo: se pasa de un espacio estrictamente individual para la elaboración de la comida a otro de degustación y, sobre todo, más social, de encuentro. En este artículo nos centraremos en un tipo concreto: los taburetes altos con respaldo y que, como veremos, encajan mejor en unas cocinas que otras.
Antes de identificar qué cocinas son las más apropiadas para estos asientos, cabe recordar que el respaldo es un detalle que aporta un plus de comodidad: sirve de punto de apoyo para la parte baja de la espalda, liberándola de esfuerzo y previniendo futuras molestias.
Además, los taburetes con respaldo están más pensados para sentarse y permanecer un tiempo, mientras que los taburetes sin respaldo responden a una idea más circunstancial y discontínua: sentarse, levantarse, volverse a sentar… Por ello, los que tienen respaldo son más adecuados para tomar desayunos, almuerzos rápidos o comidas similares.
En qué cocinas encajan los taburetes altos con respaldo
Dejando a un lado las consideraciones más propias de la decoración y del diseño interior (color, formas…), este tipo de taburetes suelen encajar muy bien en las cocinas que tengan una barra independiente. Es ahí donde se puede desayunar o almorzar y, una vez finalizada la comida, se pueden recoger cómodamente bajo la barra, de donde no sobresaldrá excesivamente el respaldo. Esta idea es igualmente válida para las cocinas americanas, siempre situando los taburetes altos con respaldo en el lado exterior de la barra.
Estos taburetes también son adecuados en aquellas cocinas grandes que cuentan con un pequeño office: ahí se puede disponer una mesa alta a modo de isla en la que los taburetes encuentran su sitio ideal, puesto que ese office está en sintonía con la idea de ‘permanecer’ sentado en ese lugar por un periodo de tiempo.
Por último, una mención a un material que suele encajar bien con estos taburetes altos con respaldo: el mármol gris. No solo porque ese color suele entonar bien con los metalizados de muchos de estos asientos, sino porque ejemplifica la idea de estancia y permanencia, en contraposición a una idea más temporal del plástico u otros materiales ligeros, adecuados con taburetes del mismo material y sin respaldo por estar pensados para ser movidos, recogidos, cambiados de lugar, etc.
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